Entre estos momentos, encontramos unos instantes en los que yo creo que la mayoría de arbitros encuentran su mayor satisfacción o su mayor decepción. Es el momento de los ascensos y descensos de categoría.
Para esta entrada, hemos contado con la participación de dos árbitros, uno de ellos, Nicolás Murillo, recién ascendido al grupo 2 de la FEB.
El otro, Andrés Calvo, descendido de este mismo grupo 2 a división nacional.
En sus relatos veremos como han asimilado esa noticia, como se prepararon para el campeonato previo a esa decisión y como afrontan el futuro.
Me gustaría agradecerles por anticipado la colaboración, y animar a todos los que quieran participar en el blog, que nos hagan llegar las sugerencias a arbitrandobaloncesto@gmail.com o a las cuentas de las diversas redes sociales.
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Nicolás Murillo Khon, ascendido al Grupo 2 FEB:
<< Hola, mi nombre es Nicolás Murillo y tengo 25 años.
Inicié mi andadura en el mundo del arbitraje cuando tenía 14 años, concretamente en la temporada 1999/2000, realizando la labor de oficial de mesa, la cual duró hasta la temporada siguiente, cuando decidí empezar a arbitrar. Ascendí a árbitro autonómico en la temporada 2003/04, desde entonces y hasta ahora, con algún período de “desconexión”, he estado arbitrando encuentros de 1º división autonómica de Canarias.
Cuando esta pasada temporada llegaba a su fin, me comunicaron que participaría en el campeonato de España infantil femenino que se disputó en Vigo, para mí fue una noticia extraordinaria, llevaba toda la temporada trabajando para tener la oportunidad de vivir una experiencia como esa. Las semanas previas al campeonato estuve trabajando más intensamente que nunca en los campeonatos autonómicos y en los distintos partidos que tenía que dirigir con el objetivo de llegar en la mejor forma posible.
También sabía que nos harían un test teórico, lo cual me hizo pensar en que debía prepararlo bien, algo que no hice.
Una vez llegada la fecha, viajé hasta Vigo para el campeonato. Nada más llegar mi compañero de habitación me esperaba con otros compañeros, en seguida me explicaron que era lo que teníamos que hacer al día siguiente, ya que llegué por la noche y no estuve en la primera charla. El ambiente era realmente alegre. En el campeonato habían dos grupos de árbitros, los árbitros de liga E.B.A. y liga femenina-2 (grupo 2), y los árbitros autonómicos (grupo 3), lo cual no fue un hecho diferencial en ningún momento ya que funcionamos como un único grupo de personas comunes con un gran vínculo deportivo.
Durante el transcurso del campeonato, los árbitros del grupo 3 teníamos dos partidos diarios.
Después de cada partido mi compañero y yo recibíamos el informe del mismo. Mi objetivo era que en cada partido pudiera corregir al menos los errores del partido anterior como mínimo y procurar que no se repitieran, pensaba que prefería tener errores distintos pero al menos habiendo corregido los anteriores.
La verdad es que a medida que iban transcurriendo los días todos estábamos más relajados y disfrutamos mucho en cada partido. Cada día teníamos charlas al final del mismo, uno de ellos realizamos un test teórico. Sinceramente me salió muy mal, tuve la peor nota de todos los que lo hicimos, entonces pensé en que poco me hubiera costado prepararlo unas semanas antes de ir. Esto hizo que me desmoralizara durante algunas horas, pero al día siguiente lo tenía olvidado ya que no creía que fuera necesario darle mucha importancia durante el resto del campeonato.
Llegado el penúltimo día de campeonato para los árbitros de grupo 3 y por motivos del sistema de competición del mismo, tendría lugar un “corte” tanto para los equipos como para algunos de los árbitro que conformábamos ese grupo 3. Por lo tanto el objetivo que teníamos era arbitrar el último día y poder dirigir partidos de octavos de final.
Después de que recibiéramos la última charla no pasaron las designaciones…había sido nombrado para la última jornada! Esto me sorprendió ya que pensaba que el resultado del test supondría un “lastre” para mí. Lo cierto es que regresé a casa contento por cómo había salido todo, pero también un poco enfadado conmigo mismo por el tema del test, aunque después de todo y pensando en cómo terminó el campeonato no me quedaba otra que estar satisfecho.
Después de algunas semanas del campeonato recibí una llamada de mi director técnico autonómico, me extrañó la llamada ya que no sabía que era lo que podría querer. “Hola Nico, te llamo para felicitarte ya que eres nuevo árbitro de grupo 2”.
Esto fue algo no solamente inesperado y sorprendente para mí, suponía la concreción de un objetivo que por momentos me parecía imposible de alcanzar y que nunca pensé que lograría. Estaba muy muy contento y alegre.
Ahora comienza otra etapa en la carrera arbitral, nuevos objetivos, renovada motivación y determinación, muchas ganas de trabajar y mejorar. Como objetivo para esta temporada he pensado que quiero eso, mejorar en cada partido, trabajando en el resto de partidos que tenga con mi comité para llegar al fin de semana pudiendo haber corregido cosas.
Tengo muchas ganas de empezar!
Otra de las cosas que voy a hacer es animar sin descanso a todas y todos los que están trabajando para mejorar y progresar, yo aún lo estoy haciendo y me queda un largo camino, pero igualmente ¡¡¡¡ánimo para seguir trabajando y mejorando!!!!>>
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Andres Calvo Lozano, Descendido del grupo 2 FEB
<< Cuando tuve noticia de mi descenso de categoría no pude evitar entristecerme y reconozco que fue un golpe bastante duro e inesperado. Ya sé que el arbitraje es un hobby y todas esas cosas que se dicen pero para los que realmente amamos el baloncesto y hacemos del arbitraje un modo de vida no es algo fácil ni mucho menos.
No quiero entrar en la polémica ni contar las causas que originaron mi descenso, por injustas que me parezcan, porque no quiero aburrir a nadie y porque además no creo que sea importante. Al fin y al cabo, todos los que ya llevamos algún tiempo en esto sabemos que no siempre asciende o desciende el que se lo merece.
Lo que sí que la experiencia del descenso me ha enseñado y que me gustaría transmitir al resto de mis compañeros y a los que en un futuro próximo tengan la oportunidad de estar en categorías superiores es que siempre y bajo cualquier circunstancia el árbitro debe ser feliz con lo que hace. No merece la pena vivir el arbitraje presionado o agobiado por conseguir un objetivo, ya sea un ascenso, el ir a un campeonato o permanecer en la categoría en la que se está.
Con esto no quiero decir que no haya que trabajar ni que esforzarse al máximo para ir mejorando en cada partido, además, en el arbitraje como en la vida es positivo y necesario marcarse objetivos y metas. Pero nunca vivir preocupado o estresado porque en algún momento las cosas no nos salgan como nosotros queremos.
El ser árbitro, como decía anteriormente, llega a ser un modo de vida y por tanto conlleva ciertos sacrificios: los viajes, los fines de semana de 6 o 7 partidos, las semanas de campeonatos, etc. Nos quitan tiempo de dedicación para nuestras familias, amigos y parejas y otras actividades. Pero también el mundo del arbitraje aporta muchas cosas de gran valor, la principal de ellas a mi juicio es la amistad. Y es por estas cosas que el baloncesto y el arbitraje te ofrecen por las que merece la pena seguir vinculado a este mundillo.
Al final de la carrera quedan partidos, finales, ascensos... Pero sobre todo quedan las personas.
Así que ya sabéis: sed felices con lo que hacéis y disfrutad de cada momento. Lo demás no depende de vosotros.>>
13/09/2011 - Arbitrando Baloncesto
Hola Andrés:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que "ser árbitro" es un modo de vida. En ocasiones muy diferente al de las personas que nos rodean, que no entienden el sacrificio de tiempo que hacemos. Pero cuando se acaban los madrugones, correr de un lugar para otro, comer cualquier cosa en el coche o las caras de enfado de algunos de los participantes, nos quedan: las personas, las experiencias y los viajes. ¿Y sabes una cosa? A mí, me gusta.
Un abrazo para ti y para todos los que siguen este blog.